viernes, 18 de enero de 2008

Pánico a los años pares

Aquella mañana se levantó con el gesto torcido... mirando a la ventana sin encontrarla donde todas las mañanas y con una excesiva intensidad lumínica. Ya eran las 10 de la mañana, pero no se hacía al día, a la vida, al medio. Había perdido en un momento lo que le había costado ganar un año. Y entonces se dio cuenta: Año par, como no se había dado cuenta. Más bien, cómo no había notado que era eso precisamente lo que había notado sin saber por qué. Así que entre debates y lamentos se dijo: "Tocará dormir un año hasta 2009", y tras equilibrar la cama con un nuevo libro en la pata derecha y disimular la cojera, cerró los ojos nuevamente.

Afortunamente, la intranquilidad solo le duró dos horas más, y como todos los años desde hacía 11 se levantó y cambió la hoja del calendario de dibujos animados de diciembre de 1997 a enero de 1997. Una nueva vida, con dibujos nuevos, nunca detenidos más de 31 días: Y una magnifica sensación de seguridad, de deja vu, al saber que la nueva escena era esperada: diferente, pero conocida. Todo seguia igual por Manhattan Street un nuevo 1 de enero de 2008, e incluso el café seguia oliendo, por el momento, a café.

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