martes, 25 de diciembre de 2007

El paso del tiempo

El tiempo no entiende de personas, pero los provoca constantemente hasta tratar de hacerlos a todos iguales. Una pequeña visión subjetiva de infancia, adolescencia y juventud, made in StripGenerator:Ah, para los incautos de otro incauto, que alguno seguro que habrá escondido: ¡Feliz Navidad!

lunes, 24 de diciembre de 2007

Sin cuerda y lo menos cuerdo posible


Con las palmas enfrentadas, una rozando la otra; con la calidez intranquila que dan el olvido y el debate de si la soledad es o no deseada. Acerca las dos manos hacia sí y amaga con besar sus dedos índice. Sueña con desahacerse de sus manos y mecer otras, algo que le cree una arruga complaciente en su rostro. No tiene nada a lo que agarrarse y sufre, pero ni siquiera ese sufrimiento le agita lo más mínimo. Yace en un estado de hibernación inusual, donde lo único que le molesta es una sensación de calor abrasador cuando fuera dan las 3 de la mañana en una de las noches más frías de diciembre. No solo no halla respuestas, no sabe ni siquiera cuál es la pregunta (¿preguntas?) que debiera hacerse. Siente que hace tanto tiempo que se desvió de un camino, que no hay solución posible más que ésta: Seguir sentado, con sus aurículares puestos, ya sin música de fondo, acercarse las palmas enfrentadas a los labios y sentir que todo le ha superado. Así mantendrá su posición, y esperará un año tras otro si alguien se pierde tanto como él, por un camino semejante, y tiene algo más de ánimo que él. Otro que no crea que es culpa por no haber sido nunca un valiente, tal vez nos valga con que piense que es algo tan estrecho a sí mismo que aunque ahora pudiera volver atrás, no podría cambiar ni un sólo ápice de sus decisiones equivocadas: Estaría salvado entonces.

Es frustrante conocer tus defectos y repetirlos constantemente, piensa. Otra vez escribirá un texto muy parecido a este que escribe cada noche de turno. Lo leerá y se dirá: Sé lo que me pasa, ahora solo hace falta saber cuando dejará de pasarme. ¿Será que no he tenido fortuna? No es posible, hoy todos ríen y saltan con fiereza, animados por un viaje ilusionante por el transitar de la vida: No, tiene que ser algo más, un destino irremediablemente unido a mí, una explicación a los sentimientos que yo nunca encontré. Algo importante y definitivo para que ella no esté aquí. Ni ella tampoco. Ni siquiera esa chica que te lo puso tan fácil, que te dijo que nunca tendrías que preocuparte de nada te hizo sentir razonablemente bien. Y sin embargo... sí que quieres sentir, o al menos eso piensas a veces, pero estás predestinado a padecer soledad y a no saber actuar de otro modo que el de la perpetuidad de tu estado.

Creo que ella habrá pensado en ti: No tal vez con la fuerza de una sinfonía de Beethoven, ni con la credibilidad de un libro de Nietzsche, pero esta noche habrás sido uno de sus recuerdos fugaces más melancólicos. Tampoco te alcanza con eso, ya lo sé, aunque es algo que debe decirse. Pero la diferencia es que hoy cambiará de humor media docena de veces mientras tú sigues anclado en 1987, cuando aun no existía casi nadie y tú no eras más que un desventurado aventurero. Eso debió ser de un día para otro, y no te diste cuenta de cuando llegó. Mientras entonces te decían que miraras la luna y te emocionaras con ella, tú bajabas la persiana cuando aun era mediodía. Y cuando te explicaban las reglas de ese juego tan absurdo llamado escondite, tú te rebelabas y te quedabas a pocos pasos de tu captor, bajando la cuchara, entregando compromisos firmados en blanco. Claro, ya nadie se cree ahora tus compromisos, por eso te miran como a un anticuario de comienzos del 30 que ni siquiera se enteró de que pasó la guerra. Pero, ¿cómo iba a saber él que entonces se estaban reparando los corazones defectuosos?, ¿quién dijo que nadie podía saltarse una clase de la vida y luego recuperarla más tarde?

Tu camisa está sucia. Tal vez deberías tirarla de una vez y cambiar de identidad. Aun puedes ser un tipo corriente, sólo tienes que mirar a los otros y dirigir tú mirada hacia donde van las suyas: ríete cuando ellos lo hagan, y por favor, lávate los dientes antes de pensar en que una chica te haga caso. El resto será abandonarte y dejarte ir, sin cuerda y lo menos cuerdo posible. Y te vendría bien, aprovechando, un whisky doble y comprarte otro vinilo menos tuyo. Menos mal que al menos todo se mantiene bien ahi afuera, compañero, para cuando quieras asomar la cabeza.

viernes, 7 de diciembre de 2007

"Hubieran debido dárselo a Malraux"

Con esa frase que pronunció Albert Camus al enterarse de su premio Nobel, se inicia un buen artículo en El País que encontré hoy. Quizá algo empalagoso tanto para los habituales como para los no iniciados en Camus, pero tiene frases de relieve, ciertamente interesantes. Me quedo con éstas:

"Camus dice en Estocolmo que él, que formó parte de la generación de los jóvenes que querían cambiar el mundo, se siente ahora inclinado a conservarlo."

Y:

"En El extranjero, en Calígula y en El mito de Sísifo, un concepto simple e insólito, el del absurdo, resume la insoportable concomitancia de la búsqueda de la felicidad y la certeza de la muerte, y disuelve en la burla todas las justificaciones, cualquiera que sea su trascendencia."

El enlace al artículo completo, aquí.

Ya de paso, aprovechar para destacar que ahora todas las noticias de El País estén disponibles de forma gratuita en la red, tras un tiempo en que fueron de pago. No lo han hecho por caridad, sino porque ganan más con la publicidad en web que por el número de suscriptores, pero algo es algo.

jueves, 6 de diciembre de 2007

Ya es hora de telediarios...

De alguna forma, sin duda, escribir cosas nos compromete con alguien... aunque sean cosas que probablemente nadie lea, incluso aunque las guardemos bajo llave. Si esa llave se vuelve incandescente, y del calor la acabamos tirando por la red, de forma que cualquiera pueda tomarla, tanto peor. Estamos en diciembre, uno de esos meses nocturnos que todo el mundo vive rápido, y uno de aquellos fines de casi todo habituales de estas fechas se acerca. Fin de año, fin de ciclo, fin de pensamientos. Cada año cambiamos poco a poco, aunque no nos gustaría, aunque sea reconocer la traición de nuestros principios. Por eso, en diciembre, pocos compromisos... puede que en un mes no me reconozca. Pero el de escribir algo, por supuesto. Más habiendo disfrutado de alguna buena frases ya plasmada en otros proyectos, dejemos salir la emoción detenida (más que contenida) de Faccuy.

Y sin embargo.. cuánto se aprende mirando en los propósitos de la gente: No sé si uno es lo que se propone, sería tal vez decir demasiado, pero seguro que nunca averigua un servidor tanto de la gente como ante sus miedos y sus propósitos de nueva época: Y cómo los miedos, encorsetados y revueltos, casi siempre permanecen pesadamente ocultos, rabiosamente escondidos, indecidibles sobre el momento en que van a confesarse a los demás, nuestro pasatiempo será encontrar una puerta trasera hasta los demás. Así que, si te preguntan por tus propósitos de año nuevo, aunque sepas que no los vas a cumplir, que salgan de dentro. Puede que sólo sea una forma de decirte que quiero construir una autopista hacia tus miedos.

Mientras tanto, mi propósito menos oculto y menos ambiguo: Ya va siendo hora de adecentar el blog, y hacerlo un poco más completo. Bien es verdad que La Sexta tardó meses en poner los telediarios en su cadena... pero bueno, no buscaremos referentes para actuar como lo hacemos. Un blog que solo tiene posts es autosuficiente, pero pobre, incluso peor que una cadena sin informativos. Hará que dejar un hueco para los complementos. Solo me faltan ahora definir mis otros propósitos de diciembre... y no haber cambiado demasiado en Enero.