jueves, 6 de diciembre de 2007

Ya es hora de telediarios...

De alguna forma, sin duda, escribir cosas nos compromete con alguien... aunque sean cosas que probablemente nadie lea, incluso aunque las guardemos bajo llave. Si esa llave se vuelve incandescente, y del calor la acabamos tirando por la red, de forma que cualquiera pueda tomarla, tanto peor. Estamos en diciembre, uno de esos meses nocturnos que todo el mundo vive rápido, y uno de aquellos fines de casi todo habituales de estas fechas se acerca. Fin de año, fin de ciclo, fin de pensamientos. Cada año cambiamos poco a poco, aunque no nos gustaría, aunque sea reconocer la traición de nuestros principios. Por eso, en diciembre, pocos compromisos... puede que en un mes no me reconozca. Pero el de escribir algo, por supuesto. Más habiendo disfrutado de alguna buena frases ya plasmada en otros proyectos, dejemos salir la emoción detenida (más que contenida) de Faccuy.

Y sin embargo.. cuánto se aprende mirando en los propósitos de la gente: No sé si uno es lo que se propone, sería tal vez decir demasiado, pero seguro que nunca averigua un servidor tanto de la gente como ante sus miedos y sus propósitos de nueva época: Y cómo los miedos, encorsetados y revueltos, casi siempre permanecen pesadamente ocultos, rabiosamente escondidos, indecidibles sobre el momento en que van a confesarse a los demás, nuestro pasatiempo será encontrar una puerta trasera hasta los demás. Así que, si te preguntan por tus propósitos de año nuevo, aunque sepas que no los vas a cumplir, que salgan de dentro. Puede que sólo sea una forma de decirte que quiero construir una autopista hacia tus miedos.

Mientras tanto, mi propósito menos oculto y menos ambiguo: Ya va siendo hora de adecentar el blog, y hacerlo un poco más completo. Bien es verdad que La Sexta tardó meses en poner los telediarios en su cadena... pero bueno, no buscaremos referentes para actuar como lo hacemos. Un blog que solo tiene posts es autosuficiente, pero pobre, incluso peor que una cadena sin informativos. Hará que dejar un hueco para los complementos. Solo me faltan ahora definir mis otros propósitos de diciembre... y no haber cambiado demasiado en Enero.

No hay comentarios: